raro (Valencia)

Paseo de la Albereda, 10
Valencia
Tel. 663 988 404
www.rarorestaurante.com

Lo raro era Mamúa

Y es que nadie entiende que el trio formado por Sergio Rozas, Ibai Bengoechea y Sara Folgado estuviera encerrado, casi escondido en una dark kitchen en la zona de Sant Antoni, del distrito de La Zaidia.

Antes de raro fue Mamúa, A.K.A. El Purgatorio, y es que quiero entender que entre el infierno (de la Covid) y el cielo, que es volver a ver a este equipazo al frente de un restaurante al uso hubo un tiempo que había que subsistir como fuera y eso dio pie a un delivery por encima de la media pero que llegaba a casa como el resto de la media. Es lo que tienen los riders.

El nuevo local está en pleno Paseo Alameda, donde parece que hay mucha cosa pero en realidad no haya tanto como debiera, así que raro tiene todas las papeletas para triunfar y más tras el “hype” inicial que esperemos continúe pasadas las fallas. La carta es muy sencilla pero muy apetecible, con muchos bocados que ya habíamos probado en casa y que ahora por fin podemos catar como dios manda.

Sabores de aquí y allá rollo Mundua en los que a veces se echa en falta que los toppings no escondan tanto el sabor del producto protagonista. Los bocados individuales pídelos todos y así no sólo te ahorras la decisión de pensar sino que te irás con la sensación de haber hecho los deberes. Los pruebas, los disfrutas y ya decides tú con cuales te quedas para la próxima. Mi clasificación es la siguiente:

1. El brioche de cordero (por sabor)
2. La croqueta carbonara (por originalidad)
3. El ceviche de gamba (pese a la presentación, véase las fotos)
4. El steak tartar, con poco sabor a carne. ¡Maduración al poder!

Seguimos con la ensaladilla Olivier’s, la rusa de Rusia, tal y como cuenta Sara, la de toda la vida pero versionada a su etapa alfa, es decir, la original, con su pato y su huevas de masago. Y como no, las gyozas de longaniza, dashi y ponzu; las mismas que en Mamua que si en su momento ya eran de lo mejorcito del delivery, ahora encima las tienes aquí recién hechas.

Todo esta pensado para compartir, así que no tengas miedo en ir pidiendo, probando, y repetir al menos los MUST como son el pastrami o ese falso vitel toné a base de tiradito de presa, al que no le vendría mal, un poco más de cantidad en la ración. El plato de corvina frita muy estilo cazón en adobo es un plato a priori simplón pero muy bien terminado y es que ese toque de chimichurri junto a la jugosidad del pescado entra muy pero que muy bien. Al igual que la col, un plato que por contra parece una falla pero que te sorprenderá en todos los aspectos. Dadle una chance pese a la combi porque no defrauda.

¿Y qué pasa con Mamua? Pues la idea es meter la dark kitchen en el propio restaurante, de momento sólo los domingos. A mí no me mola la idea de compartir local, pues ya sabemos lo que pasa con los “entra y sale” de los riders o las bolsitas delivery hacia la calle por parte de los camareros, pero bueno, entiendo que ahora mismo es la única solución viable (y rentable) y si no perjudica al servicio de cara al cliente presente, pues veámoslo.

En general, raro no tiene nada de raro, a excepción de unos baños muy ¿Porn Hub? y que ¿los camareros van con falda? Por lo demás, es un restaurante elegante y bien decorado pese a la informalidad del concepto. Es ahora donde por fin puedes hacerte una idea de lo que son capaces de hacer en cocina tanto Sergio como Ibai y sobre todo, de volver a ver a Sara en una sala y es que desde su paso por Habitual y Gallina Negra le había perdido la pista y eso debería estar prohibido. Es una de las personas que mejor puede manejar al cliente pese a que a día de hoy no tenga un par de compis a su altura y más conforme el local se va llenando.

Lo mejor: Por fin la dark kitchen sale a la luz
Lo mejorable: Sara necesita apoyo a su altura
Lo peor: Algún exceso de salsa o topping

Restaurante raro
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